La autoexigencia en el duelo
A menudo, me llegan personas para que las acompañe en el duelo y que están muy angustiadas porque creen que están haciendo un "mal duelo". "Creo que lo estoy haciendo mal", me dicen, "porque la gente me dice ... o los libros dicen..."
Vivimos en la era de la información, en la que parece que cualquier cosa que queramos saber está al alcance de nuestro ordenador, móvil o tablet. Tomamos lo que nos muestran como cierto, desde lo que vemos en redes hasta lo que nos muestran los periódicos.
Hay una parte muy positiva en todo esto, y es que hay temas que hasta ahora eran tabú y que, por suerte, se hablan cada vez con más naturalidad. Entre ellos está el duelo por la pérdida de un ser querido, sea animal o persona.
Tenemos a nuestro alcance cada vez más libros que nos cuentan preciosas historias personales sobre el duelo, nos explican diferentes teorías sobre sus procesos o dimensiones, nos explican ejemplos donde sentirnos identificados e identificadas y nos permiten saber y sentir que ni somos los únicos ni estamos solas o solos.
La contrapartida de esto es que, como especie humana que somos, tomamos toda esta información como aquella verdad que debe prevalecer y que nosotros también tendríamos que estar viviendo. Si leemos que alguien, en su tercer mes de duelo, sintió una gran conexión de amor con su ser querido y que, a partir de ahí, siempre lo sintió cerca, nos sentimos inferiores, fracasados o poco eficientes si nosotros, en nuestro sexto mes de duelo, aun estamos luchando entre la aceptación y la rabia, peleando con la tristeza y buscando respuestas a preguntas imposibles.

Hay factores comunes en todos los duelos, por eso somos capaces de hablar de etapas o dimensiones y de establecer algunas generalidades para guiarnos, tanto los que acompañamos los duelos como los que los estáis viviendo, en este doloroso proceso.
Pero cada duelo es único y cada persona lo vive de forma diferente. Hay tantos duelos como seres humanos en el mundo y compararnos con los demás o con lo que dicen los libros sólo nos aporta angustia, ansiedad y malestar.
Así que, si estás en duelo:
No tengas prisa, cada proceso es único y requiere un tiempo único
No te compares, hay tantos duelos como personas en el mundo
No te inhibas, siente lo que necesites sentir en cada momento con toda su intensidad.
Lee todo aquello que necesites leer sobre el duelo, pero no lo tomes como una verdad absoluta o como un esquema de lo que tú vivirás, porque tu duelo es único, igual que lo eres tu.
Los duelos se viven no sólo en base al tipo de pérdida y a la relación que teníamos con el ser fallecido, sino también en base a cosas como nuestros aprendizajes tempranos, nuestras herramientas personales, nuestros duelos previos, la red de apoyo que tenemos y percibimos, la forma en que la sociedad ve o valora nuestro duelo, etc. Es por eso que tu duelo es único, porque tú eres único o única.
TODO lo que estás viviendo, sintiendo y pensando es NORMAL. Si tienes dudas sobre tu proceso, consulta a una o un profesional del acompañamiento al duelo.
El duelo que ahora transitas ha venido para ayudarte a sanar la herida producida por la pérdida. Igual que no puedes tener prisa al cerrar una herida física o al soldar un hueso roto, necesitas tiempo para juntar los trozos de tu corazón roto.
Trátate bien, no tengas prisa, sé amable y permisiva contigo y con tu proceso. Esto no es el final, hay vida después de esto.
Confío en ti, en tu capacidad, en tu duelo y en tu proceso. Lo estás haciendo bien.
